Imbroda anuncia mejoras en la frontera de Melilla: "No hay derecho a estas colas"
Ante colas de hasta seis horas bajo el sol o la lluvia, el presidente de Melilla ha anunciado medidas para mejorar la experiencia de quienes cruzan el paso de Beni-Enzar a diario. Mientras tanto, arremete contra la gestión del Gobierno central y exige una solución definitiva
El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, ha anunciado este martes un conjunto de medidas destinadas a mejorar las condiciones en el paso fronterizo de Beni-Enzar, donde actualmente se registran esperas de hasta seis horas, afectando especialmente a los trabajadores transfronterizos.
Durante su intervención, Imbroda subrayó la urgencia de actuar ante la situación que padecen miles de personas a diario, muchas de ellas en condiciones climáticas adversas. “No hay derecho a que estas personas pasen horas y horas bajo el sol o la lluvia para poder entrar en Melilla a trabajar”, afirmó.
El plan de mejoras incluirá la instalación de una cubierta para proteger del sol y la lluvia, así como la habilitación de bancos, puntos de agua potable y asistencia sanitaria. "Es necesario ofrecer un espacio digno, con servicios similares a los de un aeropuerto o una estación marítima", insistió el presidente melillense.
Además, el Gobierno local está en proceso de negociación para adquirir terrenos próximos a la frontera con el fin de ampliar las infraestructuras. En caso de no alcanzar un acuerdo con los propietarios, Imbroda advirtió que se procederá a la expropiación por utilidad pública.
Imbroda no solo anunció mejoras en la frontera, sino que también dirigió duras críticas al Gobierno de España por la falta de inversiones y la deficiente gestión de los pasos fronterizos. “Es una asignatura pendiente que debería asumir el Gobierno nacional, pero nosotros no vamos a quedarnos de brazos cruzados”, aseveró.
El presidente de Melilla confirmó que las obras comenzarán en 2025, independientemente de las decisiones que tome el Ejecutivo central. Según sus palabras, la administración local no puede permitirse seguir esperando mientras miles de personas sufren una frontera colapsada y mal gestionada.
Imbroda también se pronunció sobre la reciente reapertura de la aduana comercial, que algunos sectores han calificado de "histórica". Sin embargo, el presidente melillense rechazó esa valoración y recordó que la aduana funcionó sin interrupciones desde tiempos de Isabel II hasta su cierre en 2018, poco después de la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno.
“El cierre unilateral por parte de Marruecos supuso un golpe durísimo para la economía local, y el restablecimiento actual no compensa el daño de estos años”, denunció. En su opinión, el Gobierno central no ha sabido gestionar el problema y sigue sin ofrecer soluciones efectivas para garantizar el pleno funcionamiento de la aduana.
Finalmente, Imbroda lamentó la falta de atención que, según él, sufre Melilla por parte de las autoridades nacionales, reclamando una mayor implicación del Gobierno central en los problemas de la ciudad.