SEMANA SANTA

Melilla se prepara para vivir un Jueves Santo cargado de fervor y solemnidad

CRISTO DE LA PAZ Y MEDALLA MILAGROSA

Las procesiones del Jueves Santo llenarán de recogimiento las calles de la ciudad desde primera hora de la tarde hasta bien entrada la madrugada. La Policía Local se encargará de regular el tráfico y velar por la seguridad durante los recorridos.

Melilla se sumerge este jueves en una de las jornadas más intensas de su Semana Santa con la salida procesional de tres hermandades que recorrerán la ciudad en distintos momentos del día, reuniendo a fieles, costaleros y espectadores en un ambiente de recogimiento y emoción.

El primero de los cortejos partirá desde la Parroquia Santa María Micaela a las 16.15. Se trata del paso de Jesús Cautivo de Medinacelli y María Santísima del Rocío, una de las procesiones más esperadas por la devoción que despierta la imagen del Señor de Medinacelli. Está previsto que su recorrido finalice alrededor de las 2.00 de la madrugada.

CRISTO DE LA PAZ Y MEDALLA MILAGROSA

A las 19:00 horas será el turno de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor, cuya salida está programada desde la parroquia de La Medalla Milagrosa. El recorrido de esta hermandad se extenderá hasta las 3.00, cubriendo buena parte de la noche del Jueves Santo.

Por último, el Santísimo Cristo de la Paz recorrerá las calles ceutíes a partir de las 20.30, con salida desde la Parroquia del Sagrado Corazón. Su llegada está prevista sobre las 22.30, siendo el cortejo de menor duración en comparación con los anteriores, pero no por ello menos significativo en cuanto a simbolismo y sentimiento religioso.

Durante toda la jornada, la Policía Local desplegará un operativo especial para garantizar la seguridad de los asistentes y regular el tráfico en los distintos puntos de la ciudad por los que transitarán las procesiones. Además, los agentes acompañarán a los tronos en los momentos más delicados del itinerario para facilitar su avance y preservar el orden.

Melilla se prepara así para una noche en la que el silencio, la música cofrade, el incienso y la fe volverán a entrelazarse en una manifestación religiosa que cada año reúne a miles de ceutíes y visitantes