Este viernes, Melilla vivirá una jornada marcada por la presencia de nubes altas, brumas matinales y la entrada progresiva de polvo en suspensión, según el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Aunque el cielo presentará intervalos nubosos durante el día, será al final de la jornada cuando comience a notarse la calima, un fenómeno habitual en esta época del año.
Las temperaturas se mantendrán estables, con mínimas en torno a los 15 grados y máximas de 21. La sensación térmica no diferirá en exceso de los valores reales, y la humedad relativa se situará entre el 65% y el 85%, lo que podría generar una leve sensación de bochorno en algunos momentos del día.
El viento soplará de forma floja y variable, con una velocidad media de 10 kilómetros por hora. Aunque no se esperan rachas significativas, sí se recomienda precaución ante el aumento de partículas en suspensión, especialmente para personas con afecciones respiratorias.
Uno de los datos más relevantes del día será el índice ultravioleta, que alcanzará un valor de 8, considerado muy alto. Se aconseja evitar la exposición prolongada al sol en las horas centrales del día y utilizar protección solar adecuada.
Para el sábado, la previsión apunta a cielos poco nubosos, aunque con la persistencia del polvo en suspensión durante las primeras horas. Las temperaturas seguirán estables, pero el viento de poniente soplará con mayor intensidad, siendo ocasionalmente fuerte en algunos momentos.