Un grupo de unas treinta organizaciones de derechos humanos ha denunciado la "trágica situación" que enfrentan los inmigrantes marroquíes en Melilla, quienes llevan más de dos semanas sin hogar tras ver rechazada su entrada al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), según informan medios de Marruecos.
En un comunicado conjunto, las entidades expresaron que estas acciones constituyen una "violación flagrante de los derechos humanos" y resaltaron que los migrantes, quienes llegaron a la ciudad nadando, fueron privados de la asistencia humanitaria más básica.
Las organizaciones calificaron esta situación como un ejemplo de "racismo estructural", ya que los migrantes marroquíes son excluidos del programa de ayuda humanitaria por motivos discriminatorios. También hicieron referencia a los recientes cambios en el sistema de solicitud de protección internacional, que ahora exige la presentación electrónica de las solicitudes en lugar de entrevistas presenciales, lo que ha dificultado aún más el proceso y ha agravado las condiciones de los solicitantes de asilo.
Asimismo, indicaron que la dirección del CETI justifica este trato con base en un acuerdo poco claro entre España y Marruecos, al que calificaron de "carente de transparencia". Criticaron la exigencia de que los inmigrantes marroquíes presenten documentación adicional para acreditar su condición de solicitantes de protección internacional, algo que consideran injusto y que vulnera sus derechos, dejándolos atrapados en un complicado laberinto burocrático que les impide acceder a la ayuda humanitaria.
Las organizaciones también destacaron las condiciones extremas que padecen los migrantes, quienes en algunos casos llegan a la ciudad con ropa mojada y sin zapatos. Además, muchos enfrentan serias dificultades para utilizar la plataforma en línea para reservar citas debido a la falta de dispositivos electrónicos o acceso a Internet.
Algunos inmigrantes han denunciado haber sido víctimas de "devolución forzosa" por parte de las autoridades españolas, y uno de ellos requirió atención médica urgente debido a su estado de salud. Las organizaciones consideran que estas prácticas violan el principio de no devolución, dejando a los migrantes en una situación humanitaria cada vez más grave.