El arte tiene el poder de trascender fronteras, conectar culturas y servir como espejo de la sociedad que lo acoge. En este sentido, la reciente incorporación de una escultura de Ginés Serrán en la Plaza de las Culturas de Melilla es mucho más que una simple obra de embellecimiento urbano: es una declaración de intenciones.
Ginés Serrán, escultor ceutí de renombre internacional, es reconocido por sus imponentes creaciones en bronce, con las que ha dejado su huella en distintos rincones del mundo. Ahora, su arte llega a Melilla con una pieza que representa a cuatro niños de diversas culturas sosteniendo una esfera del mundo. Un mensaje potente en una ciudad que, a lo largo de su historia, ha sido punto de encuentro de diferentes tradiciones, credos e identidades.
No es casualidad que la escultura se instale en la Plaza de las Culturas, un espacio emblemático para los melillenses y epicentro de eventos que celebran la diversidad. La obra de Serrán no solo embellecerá el paisaje urbano, sino que también invitará a la reflexión: en un mundo donde la intolerancia sigue presente, recordar la importancia del respeto y la convivencia es más necesario que nunca.
Desde la Casa Regional de Ceuta en Melilla, y en particular su presidente, Ramón de la Cruz, han celebrado la llegada de esta obra con entusiasmo. Su apoyo a la idea de que Melilla contara con una escultura de un artista ceutí demuestra cómo el arte puede reforzar lazos históricos y culturales entre ambas ciudades autónomas.
En un tiempo en el que el debate sobre la multiculturalidad se encuentra más vivo que nunca, Melilla apuesta por el arte como lenguaje universal de entendimiento y respeto. La obra de Ginés Serrán será testigo y símbolo de esta apuesta, un recordatorio tangible de que la convivencia no es solo un concepto, sino una realidad que se construye día a día.
